El bien y el mal. Dos conceptos aparentemente obvios, pero fácilmente desvirtuables por las circunstancias.
¿Qué está bien y qué está mal hoy en día? Robar está mal... ¿incluso si hace días que no comés? Dedicarse a algo está muy bien. Y si ese algo es emborracharse hasta la inconsciencia, ¿también?
Pegarle a tu madre está mal, ¿aunque tengas 13 años y ella te esté matando a golpes? ¿Aunque de tantos nervios, tu mente quede en blanco y te despiertes levantándola del cuello? ¿Está mal cuando tu instinto, se olvida de que es tu madre la que te está atacando y prefiere sobrevivir?
El bien y el mal. Dos conceptos obviamente circunstanciales.
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