en brazos de quien nunca me habló de amor.
Esta vez, igual que la anterior,
el mundo estaba en pleno apocalipsis
y yo, buscándolo a él,
ni siquiera sé por qué.
¿Por qué justo este pibe?
¿Qué tiene que ver con nada,
si nunca siquiera pensamos
en una mínima chance de querernos?
Los caminos del caos son misteriosos
y llevan hacia el fin.
Distopía.
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