Este es el blog deprimente que escribo, jaa

(riéndome del abismo)

miércoles, 28 de mayo de 2014

Mañana en Lanús

Ves a tu amigo con sangre en la nariz. Tratás de decirle que pare y te dice que sí, pero sigue, y la merca que se cae porque la nariz está tapada, rueda por el bigote y cae en la mesa de vidrio frío, sucio de cocaína, cubierto en parte por cenizas de puchos, canutos hechos con volantes de bandas y vasos de birra vacíos. La otra parte, está semi cubierta por un mantel blanco arrugado.
Ves los ojos de tu amigo, duros, casi inexpresivos, y notás algo de tristeza en el fondo; de impotencia, de querer parar pero no poder frenar las ganas de seguir.
Ves a tu amigo que es tu hermano, que se está haciendo un poco pelota, y te da tristeza pensar que capaz se va antes que vos, y entonces, ¿qué?. ¿De nuevo esa soledad, quizás?. ¿O tener que enfrentar el vacío que quede después? Entonces tratás de aprovechar el momento y pensás que no hay que ser tan dramático y decís que está todo bien, que no pasa nada con que siga tomando, en parte para que no se sienta mal consigo mismo y en parte para autoconvencerte.




No hay comentarios:

Publicar un comentario