Este es el blog deprimente que escribo, jaa

(riéndome del abismo)

lunes, 25 de febrero de 2019

Manual para ser la víctima perfecta

Al final del día las palabras lindas de no sentirse culpable cuando te metés en problemas, son mentira.
Al fin y al cabo, cuando uno se jode, jode a los demás y no hay vuelta que darle.
Hay que pedir disculpas por las molestias causadas.
Aunque no hayas pedido ayuda.
Aunque hayas resuelto las cosas sin involucrar a nadie.

Cuando te pasa algo jodido, hay que asegurarse de ser completa y totalmente inocente.
Si te arriesgaste y perdiste, es tu culpa haberte arriesgado.
Si te duele haber perdido, jodete. No llores más. Te lo dije y no quisiste escuchar.
Si, encima de todo, no te sentís tan mal, algo habrás hecho vos también: las cosas pasan por algo. Por algo que habrás hecho, seguramente.
Si, para colmo, ya te ha pasado antes, ¡qué puntería! Seguro que lo buscás.

Quienes te tienen lástima, tampoco ayudan.
El rol de víctima que te imponen, te deja en un lugar donde no tenés más opción que sentirte desvalido e indefenso: un completo inútil que no puede cuidarse a sí mismo.

El discurso de no a la revictimización es bonito, pero sólo es un discurso.

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